La variedad de estilos surge principalmente por tratar de serle fiel a los conceptos que el cliente quiere ver reflejados en el trabajo, y dejar un tanto al lado el ego personal artistico o profesional de hacer todo siempre con un mismo estilo o técnica preferida o que ya se tiene dominada, o meterle siempre los mismos monos o personajes a todo, dejar de hacer las cosas con una misma fórmula para todos los casos, comunicando más precisamente lo que el cliente quiere y no tanto el sello personal que uno quiera darle al trabajo. Personalmente no estoy casado con ningún estilo en particular, aunque sí tengo más experiencia en algunas técnicas que en otras, la intención es poder ofrecer distintas técnicas y estilos de trabajos y proyectos como ilustrador integro. (Contrario al Señor Mecánico que dice serlo pero solo sabe arreglar el motor y no sabe como afrontar el resto del automóvil o el Chef que solo prepara pastelillos que ya sabe que le quedan bien y no se atreve al reto de cocinar más platillos que demuestren su capacidad de Chef). He visto mucha gente muy talentosa por ahí que solo maneja un estilo para todo y bueno eso también es muy bueno en ciertos casos, sobre todo si la inclinación hacia la ilustración es más artística y de obra personal como series personales, novela gráfica, comic, etc., pero si la intención del ilustrador es vivir de tiempo completo (y a largo plazo ) de esto de la ilustración, llámese editorial, comercial o publicitaria, infográfica y concept art, tarde o temprano el ilustrador se tiene que abrir a trabajar una variedad de técnicas y estilos para poder cubrir un mayor rango de necesidades a ilustrar y también para poder comunicar más fielmente una mayor variedad de temas e ideas a ilustrar. Entender a la ilustración no solo por su valor estético si no también por su labor comunicativa y como canal del lenguaje visual donde se expresan sentimientos o pensamientos.
Hay que sobrevivir economicamente y artísticamente permanecer más o menos en sintonía con las nuevas y cambiantes tendencias en la ilustración en nuestro país y en el resto del mundo.
Tal como la madre naturaleza nos enseña, la supervivencia en ciertos entornos cambiantes demanda evolución, adaptabilidad y no conformarnos solo con los trucos y aprendizajes que ya sabemos.